Estos días he oído, - con tristeza por qué no decirlo - que a los etarras había que matarlos a todos. Y me ha hecho reflexionar y afianzar mi idea de que "no se puede limpiar sangre con sangre". Oí esta frase hace muchos años y hay pocas cosas con las que esté más de acuerdo y pocas ideas que hayan permanecido intactas durante tantos años en mi escala de principios. No. La vida es igual para todos y el derecho a tenerla también. El ente estatal no puede entrar a valorar si mi vida es mejor o peor que la de un asesino y por ello está justificado que acaben con ella. No. Las vidas son iguales. Si un policía mata a un asesino cuando debería haberlo detenido, al policía se le juzgará por asesinato y se pone al mismo nivel que aquel a quien debía detener para ser juzgado por el mal que ha hecho.
Es obvio que moralmente todo el mundo entiende que a los familiares de las víctimas -de las de ETA y de muchas otras de otros delitos- les entren ganas de coger un rifle y... Pero una cosa es eso y otra muy diferente pretender que vuelva a España la pena de muerte. Es complicado separar los sentimientos de lo que "debe ser" pero se debe hacer.
Parece fácil, pero no lo es.